El pasado 13 de junio, Atecyr organizó enmarcada en GENERA, una jornada en la que se analizó en profundidad el proyecto de Real Decreto de Contaje Energía.
Ricardo García San José, vicepresidente del Comité Técnico de Atecyr, realizó una exposición en la que se estudió el origen de la reglamentación del contaje de energía térmica en función de si se trata de obra nueva o existente.
Durante la jornada, se hizo referencia a las buenas prácticas necesarias para un óptimo aprovechamiento de estos sistemas, su uso correcto y cuál ha sido la evolución reglamentaria desde los orígenes, esto es, desde la recomendación realizada por el Consejo de la Unión Europea el 4 de mayo de 1976 relativa al uso racional de energía o el propio RICCACS del año 1981 a nivel nacional.
Destacó que los repartidores de costes, o sistemas similares, sin ser contadores de energía, son necesarios, si económicamente son rentables, cuando las distribuciones generales no permitan la integración de contadores térmicos individuales.
Ricardo García San José, dedicó especial atención, en su intervención a la problemática física existente hoy en ciertas instalaciones para realizar este contaje, las ventajas de esta medición y sus objetivos de cara abordar la eficiencia energética.
Respecto al proyecto de Real Decreto, se plantearon las fechas de obligación establecidas, indicando que al establecer los plazos se debe tener en cuenta el número de empresas capaces de abordar con garantías este tipo de instalaciones. Así mismo, se informó que es necesario, antes de la ejecución de un sistema de contaje individual, la realización de un informe al que se debe añadir el presupuesto de una empresa habilitada que justifique la conveniencia, o no, de la instalación de un sistema de contaje. Para la redacción del informe, se espera con expectación una guía que está pendiente de publicación.
El contenido de la guía, será de gran ayuda para acotar el alcance de los estudios, es decir que en la misma guía deben quedar claros los condicionantes para no instalar estos sistemas, quedando por ello obligados los restantes edificios (mayoritarios en las zonas de severidades climáticas de invierno D y E).
Como conclusión, Ricardo García San José, indicó que la publicación del Real Decreto supondrá un apoyo a la eficiencia energética de las instalaciones existentes. Es urgente la publicación de una guía que límite el tipo de instalaciones, zonas climáticas y edificios que quedarían eximidos del contaje individualizado para poder cumplir los plazos establecidos. Las instalaciones con posibilidad de contadores son más sencillas, pero en el caso de repartidores (o sistemas alternativos) se podrían considerar más excepciones.
No se debería perder la oportunidad de imponer la obligatoriedad de instalar contadores de energía en producción, como medida más apropiada para el análisis del comportamiento estacional de las instalaciones. Conocer el consumo real de energía entregado por la caldera, aunque sea por montantes, puede ser de gran ayuda.
Es importante establecer criterios para el reparto de gastos, determinando unos valores mínimos para los costos fijos; estos mínimos deben ser más altos cuanto más impreciso sea el sistema de medición de consumos.
También es relevante incluir en las obligaciones del mantenimiento el registro y análisis de los datos de contaje (ya lo está en el artículo 28 del RITE vigente, pero en la práctica no se lleva a cabo de manera adecuada).
Moderada por Miguel Ángel Navas, Secretario de Atecyr y miembro del Comité Técnico, tuvo lugar una mesa redonda, en la que intervinieron Fernando del Valle Madrigal Jefe de la Udnidad Técnica de Hidrocarburos e Instalaciones Térmicas y José Porras Aguilera, Presidente del Grupo Remica que expusieron brevemente su visión, y las ventajas y oportunidades que el contaje ofrece.
Entre otros aspectos se debatió sobre el correcto funcionamiento de las instalaciones, la instalación de equipos alternativos a los contadores de energía, es decir, los repartidores de costes en instalaciones por montantes. En este sentido, Ricardo García San José fue tajante al indicar que los repartidores de costes serian una alternativa más, no exclusiva, y sólo válida para aquellas casuísticas en las que no pueden instalarse contadores térmicos de energía, como medida indirecta de la misma.
Finalmente se habló sobre el equilibrado hidráulico de las instalaciones, la incorporación o no de válvulas con cabezales termostáticos en el caso de colocar repartidores de costes, necesidad de cambio de la bomba de circulación, la forma en la que podrían realizarse los repartos de costes y el posible ruido que puede ocasionar la obturación de las válvulas en determinadas instalaciones.