Entrevista a Luís Durán, Presidente de la agrupación de Galicia de Atecyr, desde 2012.
¿Cuál es la evolución del negocio de la climatización en su zona, se perciben cambios en uno u otro sentido, o un estancamiento?
La realidad es que en estos momentos el mercado está mejorando, pero en esto las cosas nunca son blancas o negras siempre hay distintos tonos de grises. Mientras el trabajo aumenta claramente, los beneficios de las empresas instaladoras, ingenierías y suministradores, no crecen en la misma proporción y siguen estando los precios relativamente bajos.
En un principio la mejora comenzó a notarse en el sector privado con rehabilitaciones de edificios como pueden ser hoteles, comercios, etc. Luego se inició tímidamente un aumento de la actividad inmobiliaria que se está confirmando claramente en estos últimos meses, y posteriormente se fue notando el aumento en el gasto en obra pública por parte de las administraciones.
De partida esto ocurrió en edificación pero en el sector industrial también sucedió otro fenómeno que vino a mejorar la situación de las instalaciones, que fue la obligatoriedad de las auditorías, que descubrieron muchas instalaciones en muy mal estado, instalaciones que no estaban dadas de alta y otras de muy difícil legalización.
Un factor derivado de la crisis anterior es que ha habido muchos profesionales que se han trasladado a otros sectores debido a los problemas que existían de trabajo en el sector de la construcción y por ende en el de las instalaciones, lo que también en parte está lastrando el crecimiento, dado que se está detectando falta de profesionales y cierta dificultad por parte de la empresas instaladoras para encontrar personal cualificado.
¿Cuáles son las tendencias en soluciones tecnológicas en sistemas de climatización que más se están implantando?
Como tecnología que se está imponiendo claramente en estos momentos podemos destacar la bomba de calor, en detrimento de las calderas, que claramente en el sector terciario están evolucionando a la baja mientras que la bomba de calor tiene un crecimiento casi exponencial.
En el sector de vivienda tanto unifamiliar como en edificios multivivienda, se está imponiendo la aerotermia e incluso la geotermia. También se está detectando un aumento de las instalaciones que utilizan como fluido caloportador el agua en lugar de refrigerantes, debido a la problemática que existe con estos y a los altísimos precios que hay que pagar en la reparación y en la reposición, lo que está retrayendo mucho el mercado de esta tecnología porque existe un cierto temor a que los gases que hoy no presenta ningún problema en un plazo corto vuelva ocurrirle lo que está ocurriendo con los que tienen las instalaciones más antiguas, que están obligando a su sustitución por otros menos eficientes en esos equipos y un elevado coste de retirada, o a cambiar la totalidad de la instalación, mientras que con el agua este problema se limita exclusivamente a la bomba de calor.
También se está viendo una disminución en la instalación de los paneles solares térmicos sin tener una justificación clara de porqué está ocurriendo esto, se detecta una huida de esta tecnología y tratar de justificarlo mediante otras energías alternativas, lo que a mi particularmente, me está costando encontrarle una explicación.
Está aumentando mucho la instalación combinada de bomba de calor con placas solares fotovoltaicas, probablemente debido al bajo precio de éstas últimas.
En Galicia se está se percibe un incremento notable, sobre todo en la zona interior, de la geotermia, por las ventajas que representa para climas un poco más duros como son las zonas del interior de la provincia de Lugo y Orense con climas más continentales, mientras que en la zona de costa la tendencia es a la aerotermia.
El apoyo institucional que está teniendo la biomasa en Galicia hace que en la mayoría de los edificios institucionales se estén sustituyendo las calderas convencionales por calderas de esta tecnología y se estén desarrollando proyectos de Calefacción de Distrito en varios puntos de Galicia para alimentar a complejos de varios edificios institucionales.
Las ayudas que se están poniendo en marcha por parte del Instituto Enerxético de Galicia para la instalación de bomba de calor, tanto geotérmica como aerotérmica, biomasa y solar fotovoltaica, también está colaborando en el impulso del sector, y si por parte de las empresas implicadas los trabajos se realizan de forma seria, contribuirán a una buena divulgación de estas tecnologías entre la ciudadanía.
¿Con qué instituciones y asociaciones de la zona está colaborando Atecyr más estrechamente?
Las instituciones que más apoyo nos brindan son los Colegios Profesionales tanto de Ingenieros Industriales de Galicia como de Ingenieros Técnicos de todas las provincias, a los que aprovecho para reiterarles nuestro agradecimiento por su colaboración y su buena disposición a colaborar en cualquier acto que se organiza, así como en la difusión de los mismos.
Desde hace algún tiempo, estamos intentando establecer líneas de colaboración tanto con la Consellería de Industria directamente como a través del Inega (Instituto Enerxético de Galicia).
También estamos colaborando con con centros de FP y comenzando colaboraciones con algunas Escuelas Universitarias.
¿Qué actuaciones considera que habría que realizar para impulsar el sector en la zona?
Creo que la principal herramienta para todo siempre es la información. Hay que explicar bien el valor de la etiqueta energética de los edificios, lo que significa, porque es una cosa que tenemos muy clara en otros sectores como el de los electrodomésticos o incluso el de los coches, pero no tanto en la edificación.
Creo que serían importantes las campañas de sensibilización y de explicación de lo que implican los menores consumos energéticos, de cuánto se puede ahorrar y de los tiempos de amortización de las inversiones.
En el sector industrial también sería importante informar a los responsables de las empresas de las ventajas y de los ahorros que puede implicar los cambios de equipos por tecnologías más eficientes y los plazos de amortización de los mismos, aunque, a raíz de las auditorías energéticas obligatorias en la industria algo se está avanzando en este sector.
Creo que en esta falta de información general, los técnicos tenemos una parte de responsabilidad, porque resulta muy fácil cargar sobre los demás, cuando nosotros es posible que no hayamos hecho nuestro trabajo convenientemente, o por lo menos no hayamos sabido explicarlo de la forma correcta.