La nueva DTIE 2.07 sobre Instalaciones de Climatización, SARS CoV 2 y Calidad de Aire y el suplemento sobre soluciones y aplicaciones ya está publicada. La semana del 27 de julio se enviará de forma gratuita junto con el suplemento de soluciones y aplicaciones, el anuario de Atecyr y un pack de DTIE a todos los socios con los que Atecyr premia la permanencia de los socios.
A través de las siguientes entrevistas a los autores de la DTIE podrán conocer algunos de los aspectos tratados en la publicación que ha sido elaborada en un tiempo record de dos meses para dar respuesta a las necesidades de los técnicos del sector de la climatización y la refrigeración.
Manuel Gallardo Salazar, Presidente de la Agrupación Atecyr Andalucía, Miembro del Consejo Rector y del Comité Técnico de Atecyr. Director técnico de Ingho
¿No es conveniente una buena recirculación para pasar todo el aire por módulo de filtración y desinfección? donde no es posible el 100% de aire exterior.
Lo más conveniente en cualquier sistema es aumentar la cantidad y mejorar la calidad del aporte de aire exterior. Si la recirculación es necesaria por el tipo de sistema, se podrán aplicar tecnologías para minimizar los riesgos de transmisión de virus y bacterias.
Se está hablando de mejorar edificios existentes, pero, en vuestra opinión, ¿qué sistema de climatización sería recomendable para un edificio nuevo de dimensiones importantes (oficinas, hoteles, etc.)?
No va a existir un mejor sistema de climatización para grandes edificios. Se está hablando de hacer sistemas de todo aire exterior, pero habrá que tener en cuenta los gastos energéticos que ello conlleva. Lo recomendable en la actualidad es pensar en sistemas que puedan aumentar el contenido de aire exterior y disminuir la recirculación y los flujos cruzados entre personas.
No se ha mencionado en ninguna recomendación publicada sobre donde deberíamos situar el retorno de los sistemas. ¿Posiblemente para la prevención del SARS sería recomendable colocar el retorno en el techo o en la parte alta de la sala, o mejor en la parte inferior, o esto no es importante para la prevención?
Para cada local deberá estudiarse la mejor ubicación de los retornos y especialmente de la difusión del aire impulsado para disminuir los flujos cruzados. Esto va a implicar un mayor esfuerzo y conocimientos en el desarrollo de los proyectos de climatización.
Manuel Ruiz de Adana Santiago, Miembro del Comité Técnico de Atecyr, Profesor Titular del Área de Máquinas y Motores Térmicos de la Universidad de Córdoba.
¿Qué vías de propagación del SARS COV 2 existen actualmente contrastadas y cuáles son las más predominantes?
Las vías de transmisión que están actualmente reconocidas por la OMS son (ver figura en color azul oscuro):
La transmisión aérea por núcleos de gota (airborne transmisión), mediante gotas de tamaño inferior a 5 micras, es una vía que la OMS no reconoce actualmente, aunque sugiere que la vía de transmisión por aerosoles podría tener lugar en ambientes interiores con alta ocupación y mal ventilados que actualmente no está reconocida por la OMS (informe científico de la OMS de 9 de julio 2020).
¿La ventilación forzada o natural, no genera corrientes que también son peligrosas, como la recirculación?
La ventilación de un local consiste en introducir un caudal determinado de aire en el local. Eso se puede hacer mediante ventilación mecánica usando ventiladores o mediante ventilación natural, empleando apertura de puertas y ventanas.
I) En el caso de la ventilación mecánica los elementos terminales de difusión de aire (rejillas, difusores, etc) deben asegurar que la entrada de aire de ventilación en el local alcance la zona ocupada con velocidades de aire muy bajas.
Por ejemplo, según el RITE (I.T.1.1.4.1.3) para unidades terminales de difusión de aire por mezcla la velocidad del aire máxima en la zona ocupada debe ser inferior a:
V=(T/100) - 0,07
Donde T es la temperatura del local en ºC y V es la velocidad máxima del aire en la zona ocupada, en m/s
Así, por ejemplo, en un local a 25ºC la velocidad del aire máxima en la zona ocupada tendría que ser inferior a 0,18 m/s.
Estas bajas velocidades impuestas por el RITE garantizan que no se generan corrientes de aire peligrosas.
II) En el caso de la ventilación natural, las velocidades interiores son en general bajas o se pueden ajustar regulando la apertura de puertas o ventanas. Los valores de velocidades de aire en la zona ocupada deberían mantenerse en los rangos que indica el RITE.
III) La recirculación de aire no tiene que ver con la ventilación sino con la extracción de aire y su reintroducción en el local. Dado que las fuentes de contaminantes son los bioaerosoles exhalados por personas infectadas, y éstas se encuentran en el interior de los locales, se debe evitar siempre la recirculación de aire, ya que es una posible fuente de transmisión al reintroducir en el local bioaerosoles que se generan dentro del mismo. Por tanto, se debe evitar recircular el aire del local.
¿Qué importancia tiene el nivel de humedad en los recintos cerrados para contribuir a evitar la propagación del virus?
En aquellas instalaciones donde exista control de humedad, la consigna se fijará entre el 40% y el 60%, ya que hay evidencias que sugieren que es el rango de humedades más desfavorables para la supervivencia de microorganismos.
Además, humedades relativas por debajo del 40% favorecen la evaporación de parte de la gota portadora disminuyendo su tamaño y por tanto aumentando su permanencia en el aire y por tanto la posibilidad de contagio de transmisión por vía aérea. Así mismo por debajo del 40% se debilitan las barreras de las membranas de las mucosas pudiendo afectar también al sistema inmune de las personas, facilitando la infección por el virus.
Según distintos estudios, los rangos reglamentarios en vigor (30 a 70 % de HR) se consideran adecuados por lo que también se recomienda mantener los puntos de consigna establecidos previamente en el edificio.
Simón Aledo Vives, Miembro del Comité Técnico de Atecyr y Director de PROINTER, Proyectos e Instalaciones Térmicas
¿De las recomendaciones elaboradas por Atecyr, cuál cree que es la principal y porque? La principal sin duda alguna es la ventilación. Aumentar la ventilación, el aire exterior, al máximo posible es la mejor medida que se puede tomar para minorar el riesgo de contagio en espacios interiores. En el aire exterior la concentración de partículas virales es mínima y la dilución muy rápida. Además durante el día los propios rayos UV de la luz solar contribuyen a desactivar virus y otros patógenos. Desde el punto de vista de esta pandemia, el aire exterior es el aire más seguro que podemos respirar.
¿Cómo estrategias o tecnologías germicidas, ¿Qué nos recomienda?
Mi recomendación como complemento al aumento o mejora de la ventilación, sería en primer lugar mejorar el filtrado del sistema de climatización. Si tampoco esto fuera posible, mejoraría la calidad del aire interior con equipos autónomos equipados con filtros de alta eficacia, HEPA, y alguna otra tecnología germicida. Cualquier tecnología puede resultar un arma de doble filo, por lo que hay que llevar cuidado con su elección dimensionamiento e instalación. La tecnología más contrastada es la radiación ultravioleta corta tipo “C”. Esta tecnología ha demostrado ampliamente su capacidad germicida contra todo tipo de patógenos y su parte digamos peligrosa para nosotros también está muy estudiada. Existen otras como la fotocatálisis o la ionización bipolar que son muy eficaces contra virus, baterías y otros compuestos orgánicos volátiles. Sin embargo una mala calidad del equipo o una mala elección podría tener también un efecto adverso para nuestra salud.
Se comenta que no es recomendable la desinfección por ozono. Sin embargo observamos como los pequeños generadores de ozono (10 g/h) se están vendiendo como primera opción de desinfección para multitud de negocios y locales (Siempre usándolos en ausencia de personas). ¿Qué opinas?
Todas las tecnologías basadas en descargas eléctricas de alto voltaje conllevan producción de ozono, una simple lámpara de impresora láser de las que todos tenemos puede producir ozono. El ozono está mucho más presente en nuestro entorno de lo que realmente sería deseable.
El ozono está catalogado como un contaminante muy peligroso para la salud de las personas y animales. Pero también es un desinfectante muy potente. Tanto que no debería ser manipulado más que por personas cualificadas para manipulación de productos tóxicos o peligrosos. Las concentraciones a las que el ozono es capaz de desactivar virus se convierte en muy perjudicial para la salud humana. A menos concentración no desactiva los virus, pero sigue siendo perjudicial para la personas.
En definitiva nunca debe usarse en presencia de personas y sólo debe usarse por personas y empresas debidamente cualificadas y autorizadas. Desde el punto de vista de las instalaciones de climatización NO es un producto que podamos recomendar, ni que debería formar parte de las tecnologías asociadas a la purificación del aire de en sus sistemas. Más bien al contrario hay que vigilar que las tecnologías antes comentadas no generen ozono como un subproducto de la reacción deseada.
Paulino Pastor Pérez, Miembro del Comité Técnico de Atecyr. Director de AMBISALUD, Presidente de FEDECAI (Federación Española de Calidad Ambiental en interiores), Presidente del Comité de Normalización CT100 sobre Climatización de UNE, Experto español en el grupo de Ventilación de Hospitales (CEN-CENTRO EUROPEO DE NORMALIZACIÓN)
¿Hay sistemas fiables de medición de bioaresoles?
Si, hay sistemas fiables para medir bioaerosoles. Pero hay que tener en cuenta que hay diversos tipos de bioaerosoles, aquellos que pueden desarrollarse de forma autónoma (hongos y bacterias) que son capaces de alimentarse y proliferar en un medio de cultivo se captan por impacto en placas o por burbujeo sobre soluciones con dichos medios, conocido el volumen de aire muestreado y contando las colonias que se desarrollan al meter las muestras en una estufa biológica se puede determinar el número de UFC/m3 (unidades formadoras de colonias) . En el caso de los virus la captación es similar pero la detección se hace identificando el ARN del virus mediante RT-PCR, los virus fuera de una célula no pueden proliferar.
¿Están actualmente suficientemente contrastadas las técnicas de higienización con la COVID-19?, ¿cuál será la más efectiva y óptima desde el punto de vista coste/beneficio (en términos de seguridad)?
Las técnicas de limpieza y desinfección están probadas por la experiencia con todo tipo de contaminación microbiana. Eliminar suciedad con detergentes y agua y desinfectar con hipoclorito o peróxido es lo más sencillo y con un coste/beneficio óptimo. Nuestra experiencia realizando Auditorías de Limpieza es que el punto débil del proceso no es el protocolo en sí, lo importante es ejecutar el trabajo con minuciosidad, a menudo los empleados tienen presión de tiempo y no son capaces de realizar las operaciones con el necesario detenimiento, por eso en esta situación de pandemia, se deberían reforzar los equipos de limpieza, y quizá ofrecer una mínima formación que les motive al resaltar la importancia de su trabajo.
¿Os parece conveniente dimensionar una nueva instalación para un episodio de pandemia?
Las enfermedades infecciosas conviven con nosotros, ésta en concreto ha explotado y ha superado todas las previsiones pero cada año sufrimos episodios de gripe, catarro, etc, enfermedades infecciosas leves pero que tienen un impacto social importante, nada que ver con COVID-19 afortunadamente, pero importante en el sentido de que son recurrentes. Las instalaciones dimensionadas acorde a RITE ya ofrecen niveles de ventilación y filtración razonables, incluso para luchar contra la COVID-19. Como medida de precaución adicional, se podría analizar la posibilidad de sobredimensionar ligeramente las instalaciones para poder trabajar puntualmente sin recirculación o con recuperadores anulados comprometiendo el confort térmico lo menos posible, quizá pasar de un 5-10% de insatisfechos, que es un valor de diseño común, a un máximo de 15 a 20%. Estas prácticas podrían considerarse no solamente en caso de pandemia global como es ahora, sino en épocas del año de mayor riesgo de transmisión de gripes o catarros.