Pedro Vicente Quiles, Presidente del Comité Técnico de Atecyr impartió una sesión formativa el pasado 17 de marzo sobre actuaciones en las instalaciones de climatización futuras frente al riesgo de contagio en edificios existentes (oficinas, hoteles, comercios, restauración, supermercados y centros educativos) dentro de la oferta formativa gratuita incluida en los servicios que Atecyr presta a sus socios.
La ponencia se basó en el “DTIE 2.08 Operación y reforma para la mejora de la calidad del aire en edificios”, que han redactado Pedro Vicente y Simón Aledo, como continuación de la labor que Atecyr está llevando a cabo desde el inicio de la pandemia. Esta línea de trabajo sigue activa por cuanto sigue siendo necesario disponer de toda la información actualizada disponible que ayude al colectivo del sector de la climatización a hacer cuanto esté en su mano para ayudar a frenar la pandemia.
Desde su experiencia como Catedrático del Área de Máquinas Térmicas y Vicerrector de infraestructuras de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Pedro Vicente Quiles, habló sobre las ventajas de la ventilación forzada (mecánica) frente a la ventilación natural. En primer lugar, el caudal de ventilación es estable y suficiente, además el aire puede filtrarse y se puede distribuir de forma homogénea en los locales. Además de considerar equipos y caudales de ventilación, también hizo referencia a instrumentos de medida de CO2., con ejemplos prácticos de media en régimen estacionario y transitorio. Estableció una relación de valores límite de CO2 recomendados en función del uso y la densidad de ocupación y entró en detalle en el uso y selección de purificadores.
Las instalaciones de futuro, deben asegurar el bienestar, la salubridad y la eficiencia energética. En un momento en el que tenemos por delante la implementación de la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España, debemos impulsar que las rehabilitaciones consideren la mejora de la calidad del aire interior especialmente en aquellos espacios de pública concurrencia como son los edificios de uso administrativo, hoteles, restauración, comercios, supermercados y por supuesto residencias y centros educativos, entre los que se incluyen colegios, institutos y universidades.
La COVID-19 ha puesto de manifiesto que existen muchos edificios en España con muy baja calidad del aire interior. Los efectos perjudiciales de la baja calidad del aire a corto plazo son: irritación de ojos, de garganta, garganta seca, dolor de cabeza, fatiga y mareos, además de problemas más o menos serios de salud a corto y medio plazo como incidencia de infecciones respiratorias como gripe y resfriados, ataques de asma en personas sensibles a alergias y asma y envenenamiento por monóxido (los síntomas son los dolores de cabeza y somnolencia).
La intervención del Presidente del Comité Técnico de Atecyr concluyó poniendo en valor el papel de nuestro colectivo en fomentar y garantizar la calidad del aire en los edificios.
A continuación, intervino José Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado en Boulder (CU) en 2002, actualmente profesor en el Departamento de Química y Bioquímica (División de Química Analítica, Ambiental y Atmosférica), y miembro del Instituto Cooperativo de Investigación en el Ciencias Ambientales (CIRES).
José Luis Jimenez, es uno de los 239 expertos, que en julio reclamaron a la OMS que reconsiderase sus directrices y que reconociera que el coronavirus se transmite por vía aérea. José Luis Jimenez explicó el funcionamiento de la herramienta de cálculo del riesgo de contagio de la COVID-19. Para ello se estudia y analiza también la propagación del SARS CoV-2 por transmisión de aerosoles. Con esta herramienta se pueden construir modelos complejos y muy próximos a la realidad, lo que asegura la efectividad de las medidas a tomar. La herramienta combina dos submodelos: un "modelo de caja" atmosférico estándar, que asume que las emisiones se mezclan completamente en un volumen de control rápidamente (como una habitación interior u otro espacio) y un modelo estándar de infección por aerosol (modelo de Wells-Riley), como se formula en Miller et al. 2020, y referencias en el mismo.
Durante la sesión dejó planteado un ejercicio práctico cuyas dudas se resolverán la semana que viene, con una nueva sesión online, programada para los asistentes al curso.