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19/10/2022 Foro TECNOFRÍO'22: Entrevista a Javier Cano Cavanillas, Colaborador Técnico de AFAR y Subdirector de Intarcon

El sector de la refrigeración se encontrará nuevamente el 3 de noviembre en una nueva edición del Foro TECNOFRIO’22, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Con tal motivo, Javier Cano Cavanillas, Colaborador Técnico de AFAR y Subdirector de Intarcon, brinda su visión sobre los retos y oportunidades de cara al 2030.

 

 

  1. Desde tu punto de vista, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la refrigeración en la actualidad y que se deben abordar en Tecnofrío’22?

En estos últimos años la tecnología de la refrigeración está experimentando un cambio sustancial. Desde 2014, la lucha contra el cambio climático ha sido el factor impulsor de este sector. La reducción de las emisiones de gases efecto invernadero ha prevalecido incluso por delante de la eficiencia energética que había dirigido el desarrollo en la década anterior.

Ahora, además, debemos sumar otro importante factor de cambio: la escasez de recursos naturales. Podemos decir que la actual tecnología de refrigeración ya ha prácticamente superado el reto de eliminación del impacto directo sobre el calentamiento atmosférico y que en un futuro próximo nos enfrentamos a este nuevo reto de racionalizar los recursos naturales: energía, agua y materiales.

 

  1. Desde vuestro punto de vista, como fabricantes, ¿cuáles son las estrategias tecnológicas disponibles que se están considerando para dar respuesta a dichos factores?

Estos factores se traducen en nuestro sector en una serie de estrategias. Por un lado la completa desfluorización (o eliminación de gases fluorados) en todos los nuevos equipos. Por otra parte, la escasez de recursos naturales nos va a llevar a recuperar la eficiencia energética como una de las principales estrategias empresariales, no ya por un objetivo de reducción de los costes de operación, sino por la necesidad de racionalizar el uso de la energía.

Del mismo modo, la racionalización de los materiales será para los fabricantes de equipos uno de los principales criterios de diseño. Esto nos llevará a hacer diseños más compactos y ligeros y en definitiva más eficientes y eficaces.

 

  1. ¿Cómo serán y cómo van a afectar los cambios normativos al sector de la refrigeración?

El futuro escenario de la F-Gas, acentuado por el impuesto español sobre gases fluorados, va a precipitar la “desfluorización” del sector de la refrigeración en Europa antes de 2030; es decir, el práctico abandono de los refrigerantes fluorados, no solo en instalaciones nuevas, sino también en las existentes, para las que ya no habrá refrigerante para mantenimiento al final de esta década.

Por otra parte, la nueva generación de refrigerantes sintéticos, las hidrofluorolefinas (HFOS), también conocidos como A2L, ya estaría amenazada por la propuesta de los países escandinavos de extender el reglamento REACH a la prohibición en la UE de los perfluoruros. En paralelo está la corriente científica que advierte el peligro medioambiental del TFA, ácido trilfuoracético como subproducto de la degradación de los HFOs, y la inminente revisión de la F-Gas ya prevé, al menos, monitorizar el consumo de HFOs.

Por estas razones, la búsqueda del refrigerante definitivo pasa por el abandono a medio y largo plazo de los refrigerantes sintéticos y centrarse en los refrigerantes naturales, donde no caben restricciones medioambientales. Más bien al contrario, es la presión de las políticas medioambientales la que está haciendo replantear las normativas de seguridad para dar cabida a la inflamabilidad de los refrigerantes naturales. En cierta medida, la sostenibilidad medioambiental nos obliga a revisar los requisitos de seguridad para las personas para buscar un nuevo equilibrio.

 

  1. ¿Cuáles son los principales usos previstos para los refrigerantes  naturales? ¿Y los sintéticos?

Bien es sabido que en la refrigeración doméstica y en la refrigeración comercial ligera, los hidrocarburos, como el R290 y el R600a, ya están ampliamente extendidos, aunque por ahora limitados a pequeñas cargas de refrigerante y por tanto a pequeñas potencias.

El CO2 transcrítico, que ha irrumpido con fuerza en instalaciones centralizadas de refrigeración comercial (principalmente supermercados), puede experimentar un retroceso frente al empuje del R290 y los sistemas indirectos, en la medida en que se van desarrollando equipos y sistemas de reducida carga de R290 que ofrecen una buena eficiencia, mayor fiabilidad y simplicidad, y que logran contener el riesgo de inflamabilidad en cotas asumibles.

Por su parte, los refrigerantes sintéticos de nueva generación (HFOs) tendrán una aplicación a corto plazo en pequeñas instalaciones de refrigeración comercial de expansión directa. Estos tienen la ventaja de ser una solución más inmediata, más económica y con menores requisitos de seguridad, de diseño de equipos, y de formación de los técnicos frigoristas. A pesar del riesgo de poder dar lugar a una nueva amenaza medioambiental, difícilmente será antes de 2030, por lo que la supervivencia a corto plazo está asegurada para los HFO, sobre todo en refrigeración comercial donde las instalaciones se conciben con ciclos de vida de poco más de 10 años.

En el ámbito industrial, los sistemas indirectos, combinados con el CO2 subcrítico, ya están remplazando los gases fluorados. El R290 está experimentando un notable auge en aplicaciones industriales con sistemas compactos como plantas enfriadoras, sin olvidar otros hidrocarburos como el etano o R170, que ha demostrado ser un excelente sustituto del R23 en aplicaciones de muy baja temperatura.

Por su parte el amoniaco, que es el único refrigerante que ha perdurado a lo largo de la historia de la refrigeración, experimentará un avance en aplicaciones de media potencia gracias a la tecnología de baja carga de amoniaco. Las mayores cotas de seguridad de la baja carga, junto con la relajación de ciertas restricciones normativas (por ejemplo en la última edición del Reglamento de Seguridad) abren al amoniaco un abanico de aplicaciones de media potencia incluso en aplicaciones comerciales.

 

  1. ¿Qué otros cambio podemos prever en el corto plazo?

Como se ha comentado al principio, no menos importante, será en los próximos años la estrategia de optimización del uso de materiales, no solo por la optimización en costes, sino por la necesidad de racionalizar los recursos naturales. Este será un nuevo criterio de diseño de los sistemas de refrigeración, que previsiblemente conducirá a un auge de los sistemas compactos y sistemas preensamblados en fábrica.

Finalmente no podemos olvidar la integración de las nuevas tecnologías en el sector de la refrigeración. La digitalización de los procesos, los servicios y los productos permitirá una nueva oferta de equipos frigoríficos ‘conectados’, instalaciones más inteligentes y eficientes, y una nueva oferta de servicios basados en estas tecnologías para el mantenimiento y control de las instalaciones.

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