El pasado 22 de abril, la Agrupación Centro de ATECYR, en colaboración con el Socio Protector SEDIGAS, celebró una Jornada Técnica sobre BOMBAS DE CALOR A GAS, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid.
En esta jornada, el ponente D. Ignacio Leiva, Jefe de Soporte al Desarrollo Comercial del Negocio de GLP Mundial de Repsol, habló de equipos bomba de calor, condensados por aire, para potencias medias (22 a 71 kW, en refrigeración, y 26 a 84 kW, en calefacción), los cuales pueden funcionar como equipos VRF, conectados a unidades de expansión directa, o en sistemas aire-agua, mediante un módulo hidrónico.
La diferencia fundamental entre estos equipos y las bombas de calor más convencionales eléctricas, es que el compresor es movido por un motor de combustión interna en lugar de uno eléctrico. Esta diferencia implica lo siguiente:
- El funcionamiento del motor genera calor que se aprovecha, bien como complemento a la calefacción, lo que permite mantener la potencia de instantánea de calefacción hasta -20 ºC de temperatura exterior, sin necesidad de desescarchar, o bien, como apoyo para preparación de ACS u otros usos, aportando una alta eficiencia energética global.
- El hecho de trabajar directamente con energía primaria (gas natural o propano) supone aprovechamientos del 75% o superiores de la energía primaria frente al 37% de la electricidad, ya que en este caso el resto se pierde en la generación y el transporte.
El empleo de estos equipos presenta ventajas para evitar la incidencia en los picos de demanda en la red de suministro eléctrico puesto que contribuye a la diversificación energética y proporciona emisiones más bajas de CO2 con respecto al consumo de energía primaria. En caso de que no se pueda aprovechar el calor instantáneo del motor se recurrirá a sistemas de acumulación que permitan su aprovechamiento diferido y aunque no es deseable el desaprovechamiento de este calor residual, siempre puede ser disipado en el propio equipo.
Los niveles acústicos son similares a los de los equipos convencionales, gracias al buen aislamiento acústico que presentan, y el mantenimiento es similar al de cualquier motor de combustión interna, con revisiones cada 10.000 horas.
Los equipos pueden adaptarse a las instalaciones habituales de distribución térmica en las mismas condiciones que con las bombas de calor eléctricas y por tanto son recomendables tanto en edificios nuevos como en rehabilitación, adaptándose a las necesidades térmicas de cada caso debido a la posibilidad de modulación con la conexión de varios equipos.
Al final de la jornada hubo un turno de preguntas, en el que los asistentes preguntaron por algunas particularidades de estos equipos y se produjo un interesante intercambio de opiniones respecto a las posibilidades de aplicación de estos equipos en el mercado.
Posteriormente SEDIGAS invitó a un cóctel en el que continuó el intercambio de opiniones y aprovechamos para saludar a conocidos y amigos y conocer a otras personas del sector.