El nuevo robot colaborativo de Mitsubishi Electric, MELFA ASSISTA ha llegado para quedarse. Los robots colaborativos (también conocidos como cobots) es un nuevo concepto de la robótica cuyo objetivo fundamental es trabajar junto a los humanos en un mismo espacio sin poner en riesgo la seguridad. Y es que actualmente, los robots van a cumplir un papel muy importante en la industria, permitiendo que los operarios estén más distanciados entre ellos, garantizando el cumplimiento de las medidas de seguridad vigentes.
ASSISTA tiene como objetivo satisfacer las necesidades tanto de las aplicaciones industriales estándar como de las aplicaciones sensibles al entorno de producción, y se dirige, fundamentalmente, a complementar la seguridad de los empleados, destacando por su ergonomía y facilidad de programación.
Puede realizar tareas de ensamblaje complejas y delicadas, trabajos de sujeción precisos u operaciones repetitivas de pick & place, responde de forma flexible a los rápidos cambios del entorno de producción, pudiendo ser trasladado a otras zonas de trabajo con facilidad y puede ir equipado con grasa certificada NSF H1 para uso en el sector de la alimentación. Entre los ejemplos de aplicación, destacan, entre otros, el trabajo junto a operadores humanos en tareas de montaje en sectores de automoción y packaging.
Concretamente, la seguridad de los empleados viene garantizada mediante un sistema de control de fuerza, es decir, si el robot colisiona con el brazo, la espalda u otra parte del cuerpo, este para sin causarle daño alguno, de la misma manera que las puertas de un ascensor reabren en caso de encontrar un obstáculo. Una vez el robot se detiene, el trabajador puede activarlo nuevamente con solo pulsar una tecla.
En cuanto a ergonomía, los trabajos muy repetitivos, monótonos o que requieren posturas forzadas pueden acabar provocando lesiones o estrés y desmotivación del operario. Por ello, la utilización de ASSISTA en la producción reduce el riesgo de este tipo de lesiones, además de evitar atmósferas nocivas o tóxicas, evitando asimismo contaminaciones cruzadas, mejorando la calidad de vida del empleado y aumentando su motivación al poder disponer de tiempo para realizar labores de mayor valor añadido.
Esta nueva manera de trabajar supone un aumento del rendimiento general de las líneas de producción y, por tanto, un retorno de la inversión en un corto periodo de tiempo.
Además, destaca su facilidad de programación y ahorro de tiempo. El operario solo tiene que “enseñar” al cobot la secuencia de movimientos (estirando del brazo del robot y acompañando manualmente el movimiento, grabando cada sitio donde debe de parar, indicando si debe girar la muñeca, abrir la mano, cerrarla para sujetar un objeto, etc.). El propio robot generará en cuestión de minutos un programa simple con todos los movimientos realizados gracias al software RT-VisualBox. Aún así, los programadores experimentados podrán complementarlo para una mayor precisión o para usar comandos más sofisticados desde el mismo software de los robots industriales: RT-ToolBox.
Otra ventaja del MELFA ASSISTA es la posibilidad de cambiar entre el modo de colaboración -donde opera a las velocidades más lentas típicas de un cobot - y un modo de mayor velocidad para su uso en un entorno de "producción cooperativa" más industrial. Esto asegura la máxima flexibilidad de aplicación, y ofrece el mejor rendimiento posible de la inversión.
Por último, el diagnóstico de fallos y el estado de funcionamiento se muestran claramente mediante un anillo de 6 LEDs de colores montado alrededor del antebrazo del robot, que siempre está visible.