Es fundamental justificar económicamente los refrigerantes con bajo potencial de calentamiento global (Global Warming Potential, GWP por sus siglas en inglés) si se desea que se adopten más ampliamente en el desafío al que se enfrentan los minoristas para cumplir con las normas ambientales europeas.
El almacenamiento en frío en la parte trasera de la tienda es un área donde esto se está volviendo cada vez más importante. Una tendencia ya creciente para la entrega de comestibles y de compras online que se recogen en la tienda ha llevado a una mayor demanda de tales aplicaciones. Las empresas ahora están explorando cómo sopesar los objetivos de sostenibilidad con respecto a la eficiencia operativa, que es crucial para mantener los alimentos frescos y el suministro efectivo de la cadena de frío.
Los refrigerantes con bajo GWP se están adoptando de forma generalizada en un intento por cumplir nuevos objetivos. Sin embargo, estudios recientes* han demostrado que al utilizar refrigerantes con bajo GWP, las emisiones totales de los sistemas de refrigeración de los supermercados están, de hecho, mucho más influenciadas por la eficiencia energética del sistema que por las emisiones de los refrigerantes.
Hasta ahora, el coste de inversión de capital percibido de agregar características de ahorro de energía a los sistemas a menudo postergaba su instalación. Se puede considerar que el uso de arquitecturas de subenfriamiento agrega complejidad al problema, pero a medida que más y más gobiernos avanzan hacia la adopción de objetivos de cero emisiones netas de carbono, existe un incentivo cada vez mayor para que los minoristas y distribuidores de almacenes frigoríficos consideren todas las opciones.
Tomar una decisión informada en este entorno requiere pruebas contundentes, recopiladas bajo estrictas condiciones de prueba. Esto ha llevado a Chemours a encargar un estudio sobre el uso de mezclas de bajo GWP en varios diseños de subenfriamiento de refrigerante adecuados para sistemas de refrigeración comercial. El estudio cuestiona si el hecho de agregar subenfriamiento mecánico puede lograr reducciones del consumo de energía y, por lo tanto, de emisiones, a un coste razonable utilizando todas las opciones posibles de bajo potencial de calentamiento global.
Condiciones para el éxito
Los diseñadores del estudio obtuvieron observaciones de experimentos en dos lugares con diferentes entornos climáticos para demostrar diferentes necesidades energéticas en condiciones estacionales.
El estudio examinó 3 escenarios de aplicación: cámaras frigoríficas en la parte trasera de la tienda, refrigeración en el área de venta minorista y cámaras frigoríficas del centro de distribución central (central distribution centre, CDC por sus siglas en inglés). El estudio utilizó estos escenarios para comparar 6 tecnologías de refrigeración diferentes, incluido el uso ya sea de R-744 (CO2) o R-454C (Opteon™ XL20).
Las emisiones se calcularon en términos de masa de dióxido de carbono por kilovatio-hora de electricidad. Por lo tanto, cuanto mayor es el consumo de energía, mayores son las emisiones indirectas de dióxido de carbono.
Los cálculos de rendimiento del sistema se realizaron utilizando modelos de cálculo de ciclo utilizando las eficiencias volumétricas e isoentrópicas del compresor informadas por el fabricante de los compresores.
Los resultados completos y las cifras del estudio se publicarán en su totalidad en septiembre; sin embargo, ha confirmado que los ahorros de energía y en el coste del ciclo de vida (Life-Cycle Cost, LCC por sus siglas en inglés) utilizando refrigerantes con bajo GWP, combinados con el diseño de sistemas inteligentes deberían, en ciertos escenarios, ser lo suficientemente importantes para que las empresas consideren seriamente su adopción a fin de cumplir sus objetivos de sostenibilidad y eficiencia.
Se puede descargar una vista previa de los resultados en forma de un informe técnico corto y una infografía aquí. El informe técnico completo estará disponible en septiembre de este año.