Tener una segunda residencia es un privilegio. Para muchos, es el lugar donde tomarse un respiro, donde refugiarse de la agitación del día a día, liberar cuerpo y mente de la rutina. El interés por adquirir una segunda residencia ha aumentado ante la incertidumbre de los últimos tiempos, y ahora su disfrute no se limita a las vacaciones, sino que los nuevos hábitos laborales han hecho que cobren más protagonismo y se conviertan en lugares de teletrabajo. Pero no todo queda en la compra de la vivienda, sino que después hay mucho más que hacer para convertirlo en un hogar. Ariston, experto mundial en soluciones de calefacción y agua caliente, te ofrece las claves para que tu segunda residencia sea un oasis de calma en que tú eres el protagonista y donde primen el confort y la eficiencia.
Una vez adquirimos una nueva vivienda, nos vemos ante la duda de qué sistema de calefacción o agua caliente elegir. Mucho más, si es una segunda residencia, la cual probablemente no visitemos con tanta asiduidad. Ariston, te ayuda a escoger el sistema que más se adecúa a tus necesidades para que solo tengas que preocuparte por disfrutar.
¿Cuáles son mis necesidades? En primer lugar, es importante que al elegir tu sistema de agua y calefacción tengas en cuenta tu estilo de vida. Son varias las preguntas que debemos hacernos para acertar con la elección:
En segundo lugar, debemos conocer los diferentes sistemas de calefacción y agua caliente que están disponibles en el mercado, así como sus ventajas e inconvenientes. Aquí, presentamos los más generalizados:
La caldera no solo nos provee de agua caliente, sino que también es un sistema de calefacción. Esto puede suponer una ventaja, sobre todo si nuestra segunda residencia está en un lugar con clima más frio.
Por un lado, están las calderas con acumulador, que calientan el agua poco a poco y al terminarse se vuelve a almacenar de forma automática. Sin embargo, actualmente las calderas más comunes son las mixtas instantáneas con tecnología de condensación, que hacen uso del calor latente de los gases de la combustión para producir agua caliente, por lo que consiguen mejor rendimiento y ahorro en combustible entre el 25% y 30%. La desventaja sería que no pueden calentar gran cantidad de agua al ser un sistema instantáneo.
Además, para instalar una caldera, generalmente es necesaria una instalación de gas, con todo lo que ello conlleva, como el contrato con una distribuidora. Por otro lado, requieren una inversión mayor que el resto de equipos.
Elige instalar una caldera si además de agua caliente necesitas calefacción en tu vivienda. Sobre todo, si es grande y, especialmente, está situada en lugares con clima frío, siempre que puedas tener instalación de gas, esta será tu mejor opción.
Los calentadores calientan el agua de forma instantánea y de manera eficiente.
Entre las ventajas, ocupan poco espacio y no nos quedaríamos sin agua caliente, ya que se va calentando según la necesitamos asegurando un caudal continuo de agua a la temperatura deseada.
Como desventajas, igual que la caldera, necesita instalación de gas, ya que el agua se calienta por la combustión del mismo. Por otro lado, cuando se consume agua a gran demanda, el calentador puede bajar la intensidad del agua caliente suministrada o variar la temperatura de manera repentina. También hay que tener en cuenta que no es la solución más “ecofriendly” debido a los resultantes de la combustión.
Elige un calentador si tienes poco espacio y necesitas un caudal continuo de agua caliente porque sois muchos en casa, teniendo en consideración que es necesaria instalación de gas.
Estos equipos son una solución a la demanda de agua caliente de forma práctica. Calientan el agua gracias a una resistencia eléctrica, el agua se almacena y estará disponible para cuando se desee utilizarla, de manera que podemos disfrutar de agua caliente al instante.
Su gran ventaja es que son fáciles de instalar y funcionan con electricidad. Podemos encontrar diseños muy variados en tamaño y posición de colocación en función de las necesidades del usuario. A su vez, no tienen emisiones contaminantes ni residuos y no existen peligros con respecto a otro tipo de combustibles como el gas. Los termos eléctricos están en constante evolución, ligados a la innovación tecnológica y, cada vez más, cuentan con modernos paneles táctiles e intuitivos, dispositivos conectados e incorporan inteligencia artificial. Estas características hacen de los termos equipos muy atractivos para los consumidores que, además, se adaptan a las nuevas demandas y nos permiten controlar el ahorro.
Otra alternativa, son los termos híbridos, como el Lydos Hybrid Wifi de Ariston. Estos termos combinan una resistencia eléctrica y una bomba de calor, por lo que utilizan las dos fuentes de energía, consiguiendo consumir el mínimo de electricidad, respetando el medio ambiente y reduciendo el gasto en la factura de la luz. Este tipo de termos alcanzan la máxima eficiencia energética y, pese a que necesitan una inversión inicial superior a la de los termos eléctricos, el retorno de la inversión es mayor.
La aerotermia es un sistema que cada vez gana más adeptos. Utiliza el principio de funcionamiento de la bomba de calor: extrae energía del aire exterior para cederla en el interior calentando el agua del circuito de calefacción de la vivienda (suelo radiante, radiadores, radiadores de baja temperatura, fan-coils).
La aerotermia permite reducir el consumo energético de los hogares, ya que obtiene la mayor parte de la energía del aire (entre un 70-75%) y solo una pequeña parte de la electricidad. Es una solución con una alta eficiencia y cuyos costes de mantenimiento son muy reducidos. Al no generar ningún tipo de residuo, hace de nuestro hogar un lugar sostenible.
La instalación es sencilla pero la inversión inicial suele ser alta e implicar un aumento de la potencia contratada y requiere instalar una unidad exterior. No se aconseja en zonas muy frías, ya que su rendimiento es menor.
La aerotermia es tu mejor solución si no te importa hacer una inversión inicial y puedes instalar un equipo exterior que transforme la energía. A cambio, tendrás una solución totalmente respetuosa con el medio ambiente que hace uso de energías renovables. Además, a largo plazo, el ahorro energético compensará con creces la cantidad inicial aportada, ya que la eficiencia del aparato sería A, A+ e incluso A+++. Un magnífico producto sería la bomba de calor Nimbus Compact M Net de Ariston, que aúna alta eficiencia en calefacción, refrigeración y agua caliente. Además, este modelo es ultracompacto, ya que incluye un acumulador de 180 litros integrado en la unidad interior, lo que lo convierte en una gran opción para segundas residencias.
El objetivo del sistema de climatización y agua caliente de una vivienda es conseguir un ambiente agradable, sin dejar de lado el ahorro y la eficiencia. Estancias más largas en las segundas residencias hacen que queramos sentirnos tan cómodos como si estuviésemos en nuestro hogar habitual. Ariston, con su amplia gama de soluciones de calefacción y agua caliente, ofrece productos adaptados para que todos los usuarios sean capaces de crear su oasis de calma y confort en su segunda residencia.