A finales de 2021, coincidiendo con la última ola de contagios del Coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre el papel de la ventilación y el aire acondicionado en la transmisión de la enfermedad en el que destacó la importancia de mejorar la ventilación interior de los edificios para reducir la propagación.
El invierno recién estrenado y la bajada brusca de temperaturas obligarán a pasar mucho tiempo en interiores, donde el virus se propaga con mucha facilidad. La solución de abrir las ventanas, además de los elevados costes medioambientales y energéticos por la pérdida de calor, no permite controlar su eficacia como medida de precaución.
Ante la evidencia de aumento del riesgo de contraer la infección por COVID-19 en los entornos abarrotados y mal ventilados, la OMS, además de la vacunación, el distanciamiento, las mascarillas y las prácticas de higiene, recomienda mejorar la ventilación interior para reducir la concentración de aerosoles infecciosos en el aire mediante la introducción de aire fresco y limpio del exterior al interior y enviar el aire exhalado y el aerosol infectado al exterior.
“El virus pasa entre las personas a través de partículas respiratorias infectadas en forma de gotas y aerosoles. En los espacios mal ventilados, los aerosoles infectados pueden permanecer suspendidos en el aire o viajar más allá de la distancia de conversación. La mejora de la ventilación interior reduce el riesgo de propagación del virus en el interior”, destaca la OMS.
La institución que lleva dos años trabajando en orientaciones técnicas sobre ventilación en entornos como el sanitario, los hogares o escuelas y empresas, explica las ventajas de la ventilación mecánica controlada y en las soluciones de ingeniería que se han desarrollado en los últimos años en el ámbito de los purificadores de aire.
En WOLF Ibérica, proveedor líder en sistemas de calefacción, ventilación y climatización saludable, ofrecen soluciones de ventilación doméstica y centralizada, que garantizan la calidad de aire, y purificadores de última generación, que filtran los aerosoles.
Con una amplia experiencia en instalaciones en grandes superficies como escuelas, hospitales y centros sanitarios, universidades o estadios y recintos deportivos además de viviendas y oficinas, la multinacional trabaja intensamente en el control de la calidad del aire.
El grupo ha realizado diversos estudios para probar la efectividad de sus sistemas en espacios de alto riesgo de contagio como las aulas de los colegios. En el informe “Reducción del virus en aulas con el uso del AirPurifier”, WOLF demostró la eficacia de sus sistemas de ventilación con recuperación de energía y purificación de aire para disminuir la concentración de aerosoles y minimizar el riesgo de contagio por COVID-19, mientras que en otro ensayo, realizado en colaboración con la Universidad Técnica de Berlín demuestra las ventajas de la ventilación mecánica en las aulas frente a la natural, a través de las ventanas.
“Desde WOLF trabajamos en la creación de espacios sostenibles en los que la salud y el bienestar son prioritarios, especialmente ahora que tanto nos preocupa el nivel de contagios en espacios cerrados y en un momento en el que la OMS insiste en la necesidad de una ventilación adecuada para prevenirlos. Las ventajas de nuestros purificadores de aire y sistemas de ventilación con recuperación de energía están identificadas en nuestra campaña V.E.N.T.I.L.A.R. (Ventilación Eficiente, Necesaria, Tecnológica, Inteligente, Limpia, Ahorrativa y Rentable) en la que insistimos en la necesidad de apostar por una ventilación eficiente, limpia, inteligente y altamente sostenible, especialmente en un contexto tan complejo como el actual”, explica Antonio Torrado, Director General BU Heating and Ventilation de WOLF Ibérica.