Ante las perspectivas de un invierno complicado para las familias españolas, ISTA, líder en España en la medición y ahorro de consumos energéticos, quiere sumarse a las voces que reclaman que las comunidades de vecinos puedan acogerse a las TUR (tarifas de último recurso). En la actualidad, se las considera grandes consumidores al superar los 50.000 kilovatios hora de consumo anual, por lo que no pueden acogerse a estas tarifas más ventajosas ideadas para particulares.
Una de las soluciones adoptadas por el Gobierno para tratar de paliar los efectos de la escalada de precios, debido a la situación sociopolítica europea, ha sido rebajar el IVA aplicado a este combustible del 21 al 5%. Sin embargo, esta medida, que también afecta a las comunidades de vecinos, se plantea insuficiente ante la incesante subida de precios que está disparando las facturas energéticas de los propietarios.
“Con una subida desorbitada de tarifas en el mercado libre de aproximadamente el 450%, las familias españolas van a ver cómo sus facturas se incrementan notablemente este invierno. Es un deber moral que se les puedan brindar opciones para que puedan mantener temperaturas de confort en sus hogares”, asegura Ignacio Abati, director General de ISTA.
Por este motivo, ISTA se une a otros colectivos del sector como los administradores de fincas y las asociaciones de consumidores, en su petición al Ministerio para la Transición Ecológica de que estudie medidas para que las comunidades con caldera central no sean equiparadas a grandes empresas y no sufran las consecuencias del alto precio de los combustibles.
“Es lógico que los consumidores de un edificio con calefacción central paguen la misma tarifa que los que tienen calefacción individual. Pero parece también lógico que sólo lo hagan aquellos edificios que han decidido individualizar su consumo, y sus vecinos reciben un recibo individual de calefacción, de forma que las familias tienen toda la información sobre cuanto, como y donde consumen su calefacción, y pueden ahorrar.”, argumenta Abati.
Para ISTA los repartidores de costes para individualizar los consumos en calefacción es una medida eficaz para controlar los gastos, aunque también aconseja llevar a cabo otras iniciativas para ahorrar en combustible en las comunidades de vecinos sin tener que realizar nuevas inversiones. Es el caso de SOPHIA, un módulo inteligente lanzado recientemente, diseñado para salas de calderas y que proporciona ahorro energético y confort a los edificios con calefacción central.
De un tamaño reducido y sencillo de instalar, el dispositivo controla y optimiza las 24 horas del funcionamiento de la caldera en base a la demanda de calefacción de las viviendas. De esta forma, el edificio consigue regular y optimizar el gasto de combustible evitando el despilfarro de energía y consiguiendo un ahorro de hasta un 30%
ISTA además quiere recalcar la ausencia de inversión para la instalación de SOPHIA, que comienza a proporcionar ahorros a las viviendas sin que suponga ningún desembolso inicial a los vecinos. “Ante la situación que se nos presenta hay que proporcionar recursos a las familias españolas para que puedan ahorrar en su factura energética. Esperamos que las comunidades de propietarios puedan acogerse a las tarifas reguladas y proporcionaremos, en la medida de nuestras posibilidades, las mejores soluciones para que la calefacción central no sea un gasto inasumible”, finaliza Abati.