Conoce los errores más comunes en este tipo de instalaciones y cómo evitarlos: ¡sácale todo el partido a una aerotermia!
La aerotermia, el sistema que permite refrigerar o calentar agua gracias a la energía eléctrica, es una de las mejores soluciones y más eficientes para climatización, especialmente en combinación con sistemas radiantes y fuentes renovables, como placas solares. Sin embargo, su instalación debe cumplir unos requisitos estrictos o se negarán todas sus ventajas.
De la mano de Sergio Espiñeira, Director Técnico de Giacomini, exponemos los 5 grandes errores que se cometen al instalar unidades de aerotermia y cómo evitarlos.
La aerotermia necesita un caudal y superficie mínimos y máximos para funcionar. Al realizar desescarches, necesitan una cierta inercia y asegurar una reserva de calor para fundir el hielo de la batería exterior.
Asegurar el mínimo es muy importante para garantizar un funcionamiento adecuado de este circuito frigorífico. Si falta caudal, la aerotermia dejará de funcionar.
El uso de soluciones como el BPES, un depósito de inercia que es también separador hidráulico, garantiza que el caudal y volumen que llega a la aerotermia son los correctos.
Si una instalación es de muy reducido tamaño y no hay espacio para un BPES, se deberá habilitar un bypass en los propios colectores de la instalación.
La potencia de las unidades de aerotermia comercialmente se expresa en un valor nominal, es decir, lo que da en determinadas condiciones de temperatura. Sin embargo, cuando los equipos trabajan en otras condiciones de temperatura, (zonas muy frías o a temperaturas de producción elevadas) hacen que esa potencia nominal no se pueda suministrar por completo; hablamos entonces de la potencia real.
El rendimiento de la aerotermia viene marcado por la temperatura ambiental exterior y la temperatura que queremos lograr en el espacio climatizado. Se debe calcular cómo afectan estas temperaturas para saber realmente que porcentaje de potencia se pierde (variación de capacidad), tanto en refrigeración como en calefacción, y restarla a la potencia nominal: se obtiene así la potencia real que ofrecerá la aerotermia.
Para garantizar la potencia correcta, existen programas de cálculo como Giacomini GKPlay, que permiten integrar todos los parámetros de una instalación y las temperaturas de trabajo y ambientales para calcular la potencia real que proporciona una aerotermia en concreto.
Como ocurre con otro tipo de instalaciones, una unidad de aerotermia debe contar con un filtro o se corre el peligro de dañarla. Por tanto, la instalación deberá garantizar este elemento y todo lo necesario para el mantenimiento del filtro.
Giacomini dispone del filtro R74A para poder instalar justo en la entrada de la unidad de aerotermia. También son necesario válvulas de corte para el mantenimiento y enlaces para su desmontaje (como los modelos R18, R19 y R20).
El emplazamiento de una máquina de aerotermia es delicado por varios motivos. Debe tener espacio para que el aire circule; por ejemplo, sería un error encapsular la unidad dentro de un armario o situarla en un espacio reducido que no permita la circulación correcta del aire.
También hay que tener en cuenta que una instalación de aerotermia genera ruido: hace circular el aire, acciona compresores, realiza descharches y otras operaciones que generan muchos más decibelios que, por ejemplo, una caldera. Hay que tenerlo en cuenta de cara al confort del usuario final… ¡e incluso el de sus vecinos!
Los fabricantes indican unas distancias y recomendaciones a la hora de instalar estas unidades que hay que respetar. Se evitarán problemas de mantenimiento y variaciones de la temperatura del entorno en que trabajan (y, por tanto, a su potencia real como comentamos en el punto 1).
Una aerotermia trabaja con dos lógicas diferentes: calefacción (deseamos que trabaje por debajo de X temperatura) y refrigeración (deseamos que trabaje por encima de X temperatura). Por tanto, se debe facilitar un cambio de modo “invierno/verano” que sea fácil para el usuario final, a poder ser un simple botón y evitando reprogramación de termostatos o manipulación de válvulas.
También se debe garantizar un control del parado y encendido automático de la aerotermia para poder garantizar toda su eficiencia energética. Una unidad puede seguir trabajando aunque ya no esté dando servicio de calefacción/refrigeración. Por tanto, garantizar un control de parado y encendido es garantizar también el control de la factura energética para el usuario final.
Los sistemas Giacomini Klimadomotic y Klimatronic ya disponen de funciones integradas que permiten el control de parado/encendido y el cambio de invierno/verano.
En caso de no disponer estos sistemas de control, se puede optimizar una instalación mediante la aplicación de válvulas con microinterruptores, como el modelo R473M, en cada termostato. Envían una señal a la aerotermia; cuando todas las válvulas se cierran, la unidad de aerotermia deja de funcionar automáticamente.